Sundance 2021: PRISONERS OF THE GHOSTLAND, Sono, Cage y el delirio de la redención

Por Eric Ortiz García (@EricOrtizG)

A más de 30 años de su primera película, el japonés Sion Sono se ha consolidado como un director genial, prolífico y camaleónico. Tan sólo en la década pasada, se pueden encontrar algunos de sus mejores trabajos: un hilarante homenaje al cine de guerrilla y al 35mm, con yakuzas, samuráis y artes marciales, Vamos a jugar al infierno; películas brutalmente violentas y sórdidas, Pez mortal y El romance y la culpa; dramas alusivos al desastre nuclear de Fukushima, Topo y The Land of Hope; un delirante musical de hip hop, Tokyo Tribe; y un emotivo kaiju navideño con pegajosas canciones de rock, Love & Peace.

Por otra parte, Nicolas Cage se convirtió en uno de los actores hollywoodenses más prolíficos, encontrando desde hace algunos años papeles memorables en el cine de género, que más allá de la subversión se convierten en delirios absolutos. Basta nombrar Mandy (2018) y Color Out of Space (2019) para olvidar sus numerosos trabajos por encargo. 

Teniendo en cuenta eso, Prisoners of the Ghostland (2021), la anticipada primera película en inglés de Sono con Cage como protagonista, es una locura. Una verdadera locura.

Sono ha destacado en la construcción de mundos propios. Cuando lo entrevisté en 2015 por Tokyo Tribe (2014), reveló no estar interesado en usar locaciones reales de esa ciudad, porque quería “crear todo un mundo falso”. Prisoners of the Ghostland, una de sus producciones con mayor presupuesto, no se contiene en ese apartado. Sus dos universos principales –mejor dicho, prisiones– cobran vida y son un disparate maravilloso. 

Prisoners of the Ghostland es el wéstern de Sono y su regreso al cine de samuráis, dos géneros por los que siente afección como sus contemporáneos: Takashi Miike (Sukiyaki Western Django) y Quentin Tarantino (Kill Bill, Django sin cadenas). Un grupo que comparte influencias: Sergio Leone, Ennio Morricone, Sergio Corbucci, Bruce Lee, Kinji Fukasaku, Toshiya Fujita, entre muchos otros. 

En el “viejo oeste” de Sono conviven occidente y oriente, la mística del vaquero y el samurái. De hecho, está ambientado en “Samurai Town”. El icónico sheriff es un cowboy japonés, obeso y de cabello largo, fanático de Elvis Presley. El verdadero “jefe” del pueblo, el Governor (Bill Moseley, en una actuación para el recuerdo), es un gringo con acento sureño que controla un lugar de geishas. Lo acompaña su matón preferido: el hábil samurái Yasujiro, interpretado por el mismísimo Tak Sakaguchi –el “Bruce Lee” de Vamos a jugar al infierno (Jigoku de naze warui, 2013) y reciente protagonista de Crazy Samurai Musashi (2020), el emocionante y sangriento plano secuencia basado en una idea de Sono–. 

La iconografía híbrida y estrafalaria se extiende al pueblo, prácticamente un universo alterno donde convive todo tipo de gente sin importar la edad (hay un buen número de niños). Es un choque entre lo tradicional y lo moderno: un pueblo western/oriental clásico adornado con letreros electrónicos, con interiores dignos de una estilizada película futurista. Vaya, ¡el Governor viaja en un carro moderno! Es el cinema of cool en su expresión más llamativa. 

Courtesy of Sundance Institute.

¿Quién mejor para encabezar el reparto que un histrión con el entendimiento perfecto sobre este tipo de cine? ¿Hay mejor oportunidad de lucimiento para Cage que un filme donde su personaje es descrito como “tan cool, tan badass”? 

El actor lleva un buen rato divirtiéndose a lo grande. “Personalmente encuentro extremadamente divertidas sus actuaciones estilizadas”, dijo Richard Stanley cuando lo entrevisté por la lovecraftiana Color Out of Space, “dicen que es campy y exagerado, que cómo puedes hacer una película seria pero bastante divertida. Eso es justo lo que amo de Nic, es capaz de ser gracioso y serio al mismo tiempo”. 

Cage mantiene ese estilo en Prisoners of the Ghostland, dándole vida al clásico antihéroe sin nombre, aunque a diferencia de esas figuras casi silentes del spaghetti western –Leone bebió de los samuráis de Akira Kurosawa–, Nic no se guarda nada. La película está plagada de diálogos y momentos divertidamente absurdos. Es un territorio que Sono domina: basta recordar al hilarante líder yakuza enamorado en secreto de la hija de su rival, famosa por un un jingle que el criminal sigue bailando, en Vamos a jugar al infierno

La trama de Prisoners of the Ghostland es bastante sencilla: la “nieta” del Governor, Bernice (Sofia Boutella), ha desaparecido; en realidad, era una prostituta que logró escapar de su “prisión”. El hombre sin nombre está preso en Samurai Town y podría recuperar su libertad si cumple con la misión de traer de vuelta a Bernice. 

La secuencia que expone el conflicto es un despliegue en extremo disfrutable de la iconografía alrededor del personaje de Cage. ¿El mejor ejemplo? El traje ultra tecnológico que amenaza con volar al antihéroe en pedazos si trata mal a Bernice (¿un comentario de Sono sobre la supuesta “misoginia” de su cine?), o si no cumple con la misión en el tiempo establecido por el Governor. Ok, quizá no suena tan demente, ¿qué tal si le sumamos un par de explosivos a los testículos del protagonista? Y sabemos que Sono no añadiría ese detalle si no fuera a…  ¡explotar en cualquier momento!

Prisoners of the Ghostland es la cinta post-apocalíptica madmaxiana de Sono. Un mundo en ruinas con viejos maniquíes por doquier, figura recurrente en la filmografía de Sono, como en Exte: Hair Extensions (Ekusute, 2007) y en esa retorcida escena del crimen de El romance y la culpa (Koi no tsumi, 2011). Al centro del escenario está una derruida torre coronada por un inmenso reloj, propiedad de un imperio nuclear desaparecido.  

Tras el desastre nuclear de Fukushima en 2011, Sono no ha dejado de mostrar preocupación por ello en su cine. Está Topo (Himizu, 2011) con sus personajes que lo perdieron todo y pasaron a vivir como indigentes. En The Land of Hope (Kibô no kuni, 2012), el realizador imagina que un temblor y un tsunami provocan una nueva catástrofe nuclear en otra zona de Japón. Es una dura crítica al accionar del gobierno y a la población con poca memoria, que olvida el dolor de las personas ordinarias cuya vida nunca volverá a ser igual.

En The Land of Hope, Sono pensaba en la amenaza de la radiación como algo inherente a su país. Luego, en Love & Peace (Rabu & Pîsu, 2015), usó el furor por las inminentes Olimpíadas de Tokio 2020 (que aún no suceden, claro) como reflejo de un país que ha olvidado Hiroshima, Nagasaki y Fukushima. Por algo el cineasta sigue insistiendo: la mitología de Prisoners of the Ghostland, explicada en una estilizada secuencia onírica, es otro comentario sobre dicho tema.

Prisoners of the Ghostland se nutre de un montón de vertientes. Este mundo post-apocalíptico, y su trasfondo, es un híbrido. Para evitar explotar en pedazos, el personaje de Cage debe adentrarse a una mítica tierra de fantasmas, donde habitan figuras que se distinguen por su distintiva armadura samurái; deambulan entre hombres vestidos con ropa de prisión, cuyo líder es un tipo monstruoso, antagonista a medio camino entre el terror y la explotación. 

El destino de los que cruzan la carretera de los fantasmas son las ruinas nucleares. No existe salida de este lugar, donde habita una tribu extravagante pero bienintencionada. Algunos de estos personajes –como el carismático Rat Man, un recolector de combustible fanático de los vehículos–, bien podrían habitar una aventura fantástica en una galaxia muy, muy lejana. En Prisoners of the Ghostland, Sono vuelve a poner su atención en los marginados; en niños que han crecido sin agua o aire puro, en fantasmas que terminan representando las secuelas del horror mundano, el horror nuclear.

Prisoners of the Ghostland se filmó en Japón porque Sono sufrió un infarto durante su pre-producción y, aunque el nipón no aparece entre los guionistas, el tema de la reencarnación y la redención conducen la película. El personaje de Cage es pintado inicialmente como un criminal de la peor calaña, digno del viejo oeste salvaje de Corbucci. Uno de los fantasmas que lo persiguen es un inocente niño japonés, que tuvo el infortunio de presenciar un desastroso atraco bancario en el que participaron muchos de los personajes y elementos presentes en el relato. 

Prisoners of the Ghostland sigue al hombre sin nombre hasta que se gana el derecho de aparecer como “héroe” en los créditos finales. Es una redención siempre demencial absurdamente entretenida. Cage no se detiene, ni cuando tiene que dar el discurso motivacional como el “chosen one” que hará posible lo imposible. Ésta es una película bastante violenta –aunque sin llegar al Sono más brutal, horroroso y controversial de Pez mortal (Tsumetai nettaigyo, 2010)–, hay duelos estilizados, espadazos, balazos y, por supuesto, chorros de sangre. Prisoners of the Ghostland es un delirio absoluto y una de las entregas más satisfactorias del gran Sion Sono.

Nightstream 2020: Los filmes y eventos más anticipados

Son tiempos complicados. La pandemia de la COVID-19 ha afectado profundamente a todo tipo de industrias. La del cine se ha quedado prácticamente sin estrenos de gran magnitud y el modelo de exhibición en salas, naturalmente, ha entrado en la que es probablemente su peor crisis. 

Los festivales cinematográficos, eventos que usualmente van de la mano con el turismo en su respectiva ciudad sede, han tenido que reinventarse. Algunos, como Cannes, no se llevaron a cabo. Otros, como el Black Canvas FCC o el Fantastic Fest, apostaron por una modalidad híbrida: funciones en salas y otras en streaming. 

Nightstream, por su parte, es una propuesta única, se trata de un festival virtual que ha sido organizado en conjunto por cinco festivales de cine de género: Boston Underground Film Festival, Brooklyn Horror Film Festival, North Bend Film Festival , Overlook Film Festival y Popcorn Frights Film Festival. El trabajo en equipo ha resultado en uno de los programas más atractivos de este inusual año.  

Cinema Inferno es uno de los medios oficialmente acreditados para cubrir Nightstream, del 8 al 11 de octubre. Si bien no todo el programa estará disponible para los medios extranjeros, a continuación les dejamos los filmes y eventos más atractivos de este encomiable esfuerzo colectivo.

Películas

Deadline 

Por más que los festivales sean atractivos por sus estrenos, siempre debemos prestarle atención a sus rescates de cine de antaño. 

Deadline (1980) es un exponente de la Canuxploitation (cine de explotación canadiense), sobre un escritor de terror en decadencia. Nightstream estrenará mundialmente su versión restaurada, presentada por Vinegar Syndrome y el American Genre Film Archive (AGFA). 

Frank & Zed

¡Una película de terror protagonizada por marionetas! No se necesita saber mucho más de Frank & Zed (2020) para que sea el estreno mundial que más nos emociona del Nightstream. Dirigida por Jesse Blanchard, esta labor titánica sigue a dos monstruos que son atacados en su castillo por una muchedumbre. 

Leap of Faith: William Friedkin on The Exorcist

Es el nuevo trabajo de Alexandre O. Philippe, quien ya se ha convertido en algo así como el documentalista oficial del cine de género. En años recientes ha explorado Psicosis (Psycho, 1960), en 78/52 (2017), y Alien, el octavo pasajero (Alien, 1979), en Memory: The Origins of Alien (2019). Toca el turno de abordar la controversial e influyente El exorcista (The Exorcist, 1973). 

Mandibules

Quentin Dupieux es uno de nuestros directores contemporáneos favoritos, un verdadero genio de la comedia y de lo absurdo (aquí pueden leer las reseñas de Keep an Eye Out y Deerskin). Su nuevo largometraje, Mandibules (2020), tuvo una gran recepción en el Festival de Venecia, se ha dicho que es su filme más accesible. La premisa no podría ser más extraña y atractiva: dos amigos se topan con una mosca gigante y la deciden entrenar para ganar dinero. Suena a que estamos ante una de las grandes comedias, con toque fantástico, del año. 

The Doorman

Acabamos de ver la gran película de acción Crazy Samurai Musashi (2020) en la edición virtual del Fantasia International Film Festival. Su protagonista, Tak Sakaguchi, se dio a conocer gracias a Versus (2000), dirigida por Ryûhei Kitamura, quien precisamente es el hombre detrás de The Doorman (2020). La actriz Ruby Rose (quien aparece en John Wick 2: Un nuevo día para matar) protagoniza este thriller de acción en el que una portera de un rascacielos neoyorquino tiene que lidiar con un grupo de ladrones de arte (quienes son liderados por el personaje de un viejo conocido: Jean Reno).

The Queen of Black Magic 

Joko Anwar, uno de los cineastas más consolidados de Indonesia (recientemente filmó la película de superhéroes Gundala), escribió el guión de The Queen of Black Magic (Ratu Ilmu Hitam, 2019). Dirigida por Kimo Stamboel (responsable del filme de acción Headshot, con Iko Uwais de La redada), The Queen of Black Magic promete terror y gore, a partir de una historia sobre una familia que visita el orfanato donde creció el padre. 

The Obituary of Tunde Johnson

Ya lo mencionábamos en el texto de Vampiros vs. el Bronx (Vampires vs. the Bronx, 2020): el cine de género es adecuado para abordar temas de relevancia social. The Obituary of Tunde Johnson (2019) es otro filme con base en un time loop (bucle temporal), su peculiaridad es que es un comentario sobre la brutalidad policial en contra de los afroamericanos (pocos temas más pertinentes hoy en día). El protagonista es un joven negro que vivirá una y otra vez el día en el que es detenido y asesinado por la policía. 

Eventos

Virtual Fireside With Nia DaCosta 

La joven cineasta Nia DaCosta charlará sobre su carrera y, por supuesto, la esperada nueva entrega de Candyman (2021), cuyo estreno fue pospuesto por la pandemia hasta 2021.

The Morbido Crypt’s Guide to Mexican Fantasy and Horror Cinema

Nuestro amigo Abraham Castillo Flores, programador de Mórbido Fest, presentará un panel que le dará el valor que merece al cine de terror y fantástico mexicano, usualmente menospreciado por nuestras propias instituciones. 

25th Anniversary Celebration of Tales from the Hood with Rusty Cundieff 

En el panorama actual de creciente tensión racial en Estados Unidos, la antología de terror Tales from the Hood (1995) parece igual o más relevante que en la época post-Rodney King. Nightstream ofrecerá una charla, por motivo de los 25 años del filme, con su director Rusty Cundieff.

Fantasia 2020: Las 10 películas que más queremos ver

Debido a la pandemia del COVID-19, la edición 2020 del Fantasia International Film Festival (el festival de cine fantástico más grande del continente americano) se celebrará de manera virtual por primera vez en su historia. Obviamente no es lo ideal, sin embargo no todo es negativo porque esto abrió las puertas para que medios de todo el mundo puedan cubrir Fantasia sin viajar hasta Montreal, Canadá.

Cinema Inferno es oficialmente uno de los medios acreditados del Fantasia, lo cual nos tiene muy emocionados. Estaremos publicando reseñas y actualizaciones en redes sociales (con el hashtag #CinemaInfernoEnFantasia), pero antes les queremos compartir nuestro listado con las 10 películas que más queremos ver de la increíble, y sin duda abrumadora, programación del festival.

Fantasia 2020 se llevará a cabo del 20 de agosto al 2 de septiembre.

Crazy Samurai Musashi

¿Una película de acción samurái en la que el héroe protagonista se despacha a 588 adversarios? ¿Filmada en un plano secuencia de 77 minutos? ¿Protagonizada por Tak Sakaguchi en el rol del histórico guerrero, escritor y artista Musashi Miyamoto (antes interpretado por Toshiro Mifune en la “trilogía Samurai”)? ¿Escrita por el maestro Sion Sono? ¡Sólo conéctela en nuestras venas!

Cabe añadir que nuestro buen amigo Jorge Grajales (experto en cine asiático) mandó decir que Crazy Samurai Musashi (2020) “es de los creadores de Death Trance (Desu toransu, 2005). Usualmente son producciones de bajo presupuesto. No deja de ser una curiosidad obligada, pero sí quizás con una expectativa media”.

Feels Good Man

Fantasia programó diversos documentales imperdibles, entre ellos Feels Good Man (2020). Aborda la historia del personaje de la Rana Pepe, el cual inesperadamente se convirtió en un famoso meme y, eventualmente, en un símbolo de odio en Estados Unidos. Desde entonces su creador Matt Furie ha batallado para “salvar” a su personaje.

Fried Barry

Desde Sudáfrica arriba un filme que luce como algo genuinamente pirado. Fried Barry (2020) ha sido descrita por Fantasia como un “viaje en ácido” en el que el cerebro de un junkie (Gary Green) comienza a ser extrañamente controlado ¡por un alien! Lo que continúa son las locas aventuras de un alienígena con forma de humano, quien se dispone a drogarse, a tener sexo y, obvio, a meterse con gente peligrosa.

Kriya

En nuestra selección no podía faltar algo de cine de la India. Este país asiático será representado en Fantasia por Kriya (2020), película de terror sobre un DJ (Noble Luke) que conoce a una chica (Navjot Randhawa). Todo parece normal hasta que llegan a la casa de ella, donde el cuerpo sin vida de su padre yace en medio de un ritual del que nuestro protagonista se convertirá en pieza clave.

Monster Seafood Wars

El director nipón Minoru Kawasaki es bien conocido por su cine de kaijins y kaijus, con actores disfrazados de monstruos. Tras películas como The Calamari Wrestler (Ika resuraa, 2004), Kawasaki regresa con Monster Seafood Wars (2020), protagonizada por un pulpo, un calamar y un cangrejo que se convierten en ¡criaturas monstruosas gigantes! ¿Se necesita de algo más?

#ShakespearesShitstorm

Troma Entertainment está de regreso con otra muy particular adaptación de la obra de William Shakespeare, luego de 24 años del estreno de la ya legendaria Tromeo y Julieta (Tromeo and Juliet, 1996). En #ShakespearesShitstorm (2020), Lloyd Kaufman adapta La tempestad, prometiendo inyectarle una buena dosis de “sexo, mutantes, números musicales y violencia”.

Slaxx

En Cinema Inferno nos encantan las premisas piradas y poco resulta más demente que una película sobre ¡unos jeans asesinos! Slaxx (2020), de la directora canadiense Elza Kephart, promete ser una memorable mezcla de terror y humor. 

Special Actors

Una de nuestras cintas favoritas de 2018 fue la sorprendente comedia japonesa One Cut of the Dead (Kamera wo tomeruna!, 2017), la cual rompe con las convenciones del subgénero de los zombies para celebrar el cine de guerrilla de manera increíblemente satisfactoria. Ahora su director Shinichiro Ueda está de regreso con Special Actors (2019), la cual sigue a un actor dramático amateur que se desmaya ante cualquier situación estresante. Eventualmente este histrión se une a una agencia donde los actores son contratados para situaciones reales, por ejemplo una boda o un funeral. Dado que estamos ante otra comedia absurda de Ueda, la cosa se torna especialmente conflictiva cuando el protagonista termina teniendo que pretender ser alguien más ¡dentro de un culto!

The Columnist

¿Recuerdan cuando las redes sociales no eran una cloaca de gente enojada por todo? En efecto, esos tiempos quedaron en el pasado, por ende una película como la holandesa The Columnist (De Kuthoer, 2019) parece que es lo que necesitamos ahora mismo. ¿Por qué? Nada más lean la premisa: una escritora y columnista (Katja Herbers) recibe constantemente comentarios abusivos en redes, incluso amenazas de muerte. Ella no puede evitar obsesionarse con revisar sus redes en todo momento, la toxicidad de los trolls ha logrado su cometido y verdaderamente la ha afectado. Pero todos tenemos un límite y la protagonista decidirá ¡vengarse violentamente en la vida real!

The Reckoning

The Reckoning (2020), de Neil Marshall (Dog Soldiers, The Descent y la más reciente versión de Hellboy), se desarrolla durante la gran peste de Londres en 1665. Tras la muerte de su esposo, una mujer (Charlotte Kirk) es acusada de brujería y encarcelada por haber rechazado los avances sexuales de su casero. Ahí tiene que lidiar con un despiadado cazador de brujas y con su propia salud mental. Sin duda promete ser una de las grandes películas de terror de este año, cercana al folk horror que recientemente ha tenido un revival de la mano de cintas como La bruja (The VVitch: A New-England Folktale, 2015) y Apóstol (Apostle, 2018).