Fantasia 2021: #BLUE_WHALE, una prescindible película de pantallas

Por Eric Ortiz García (@EricOrtizG)

La pandemia empujó la popularización del formato cinematográfico conocido como screenlife, aunque, básicamente, es la evolución del found footage o metraje encontrado. En pantalla vemos otras pantallas, reflejando buena parte de nuestras vidas en el “nuevo milenio” y su desarrollo por medio de dispositivos electrónicos. Antes de 2020 pocos usaban Zoom, hoy día es la norma para reuniones a distancia, sean laborales, escolares o lúdicas. 

Si bien este tipo de películas han ganado terreno en el mainstream –hace siete años, por ejemplo, se estrenó la exitosa Eliminar amigo (Unfriended, 2014)–, actualmente nos encontramos ante una inevitable explosión del formato. No es coincidencia que uno de los proyectos de terror más populares del primer año en “cuarentena” haya sido Host (2020), de Rob Savage, que llevó el terror sobrenatural más clásico –una sesión espiritista que se sale de control– a una reunión de Zoom. Es un trabajo disfrutable de menos de 1 hora que va directo al grano, sus jump scares son efectivos. Sin inventar el hilo negro –si acaso inauguró el uso en cine de Zoom–, se estrenó vía streaming en el momento justo. 

Mientras que Savage fue “fichado” por Blumhouse, los pioneros del screenlife parecen estar reclamando su formato. Hablo de Bazelevs, la compañía fundada por el reconocido Timur Bekmambetov, responsable de la mencionada Eliminar amigo y los thrillers Buscando… (Searching, 2018) y Profile (2018). Para sorpresa de nadie, Bazelevs se sumó a los exponentes de este formato durante la pandemia: el año pasado Bekmambetov declaró a Deadline que tiene ¡unos 50 proyectos de diversos géneros en desarrollo! De hecho, firmó un acuerdo por cinco películas con Universal Pictures. Con la llegada de más y más filmes narrados a través de pantallas, es natural que la audiencia comience a buscar cualidades diferentes en cada propuesta.

La rusa #Blue_Wale (2021), dirigida por Anna Zaytseva y producida por Bazelevs, está inspirada en un caso real: a partir de un reporte periodístico firmado por Galina Mursalieva en 2016, los suicidios de 130 jóvenes fueron ligados al reto de la “Ballena azul”, supuestamente difundido en grupos de Internet por “curadores” que ponían 50 retos a realizarse en 50 días, culminando en una invitación a quitarse la vida. Es un caso complejo que llegó a otros países provocando histeria, imitadores y arrestos. Todos los reportes al respecto enfatizan la imposibilidad de confirmar que cada uno de los suicidios haya sido realmente parte de este juego perturbador.

La película comienza con dos hermanas adolescentes peleando, rápidamente se establece que Yulya (Diana Shulmina) es la consentida de su mamá (Ekaterina Stulova), la chica dulce que sabe manipular para que Dana (Anna Potebnya) sea injustamente la única regañada. Sin embargo, la verdadera trama arranca unos meses después tras el shockeante suicidio de Yulya, videos del suceso circulan en la red. Motivada por la creencia de que su madre la culpa por la tragedia, Dana decide indagar en la computadora de su hermana fallecida. Un perfil alterno en una red social similar a Facebook revela un lado de Yulya que nadie de su círculo cercano conocía: fotos provocadoras en paños menores, también posteos y archivos del juego de la “Ballena azul”. Cuando un detective desestima la evidencia compartida por Dana, porque los responsables del reto fueron arrestados años atrás, ella se convierte en investigadora, dispuesta a conocer la verdad sobre la tragedia de su hermana. 

#Blue_Wale está en la vena de thrillers que siguen al detectivesco personaje central mientras se adentra en aguas peligrosas, aquí, por ejemplo, la pantalla de computadora pasa a ser la de un smartphone cuando Dana –con el apoyo a distancia de su mejor amiga (Olga Pipchenko)– se mete a un departamento para indagar en la computadora de otra víctima. Es cuestión de tiempo para que la protagonista entre al juego suicida de la “Ballena azul”, con la intención de desenmascarar a los responsables. La película tiene reminiscencias del J-horror (terror japonés) hecho a finales de los años noventa y principio de los dosmiles: la curadora/antagonista principal recuerda a Sadako de El aro (Ringu, 1998). Aunque aquí no existe terror sobrenatural, el foco está en algunas de las 21 tareas que Dana debe completar, iniciando con dibujar algo que represente su dolor, obviamente las tareas subirán de tono: debe cortarse las muñecas, “torear” a los carros en una avenida, pasearse semidesnuda por su escuela, traicionar a una persona de confianza, etc. 

#Blue_Wale también aborda los primeros pasos de un potencial romance entre Dana y Lesha (Timofey Eletskiy), un chico que participa en el reto, aunque él busca ponerle fin a sus días. El comentario contra el suicidio se subraya cuando Dana trata de hacerle ver su valía y en como la evidente falta de comunicación entre las hermanas y su madre desemboca en la importancia de entablar relaciones de confianza entre familiares. #Blue_Wale no pretende ser una película profunda sobre un tema por demás complicado, su propuesta es netamente de género, sobre todo en la confrontación de nuestra protagonista con la misteriosa enmascarada que controla el reto: “Ada Morte” es una antagonista imposible de engañar, maestra del hackeo y casi omnipresente, además se niega a aceptar que un joven recapacite antes del suicidio. Incluso puntos interesantes en la problemática relación entre Dana y su madre –piensa que su hija anda en drogas o, por la preocupación, la lleva a un hospital psiquiátrico, un punto argumental clásico en el terror: véase Candyman (1992) o El hombre invisible (The Invisible Man, 2020)– parecen meros obstáculos para Dana en la confrontación central. 

No es coincidencia que “Ada Morte” en ocasiones luzca como villana de slasher, con todo y cuchillo en primer plano. Al final, en sus momentos efectivos, #Blue_Wale es sobre una asesina o asesino que enfrenta en el clímax a la “final girl” (quien se revela como virgen como se acostumbra en el género), sólo que todo es visto por medio de un live stream que incluye comentarios de los espectadores. Esto le da un peso importante a la revelación de la identidad de “Ada Morte”, y es donde la película es previsible, con un desenlace poco contundente. #Blue_Wale difícilmente se colocará entre las esenciales absolutas del creciente formato screenlife, que en palabras de Bekmambetov es “un nuevo lenguaje”. Aunque, si el público responde, este podría ser el primer capítulo de una franquicia.

PD: Nunca entendí por qué un plot point involucra engañar a los responsables del reto suicida para que proporcionen sus datos en un sitio falso con una promoción para un concierto de Motörhead. La historia se desarrolla en 2019 y “Lemmy” Kilmister falleció en 2015, poniendo punto final a la trayectoria de la legendaria banda británica.