Podcast especial: SXSW 2021 (con Ernesto Diezmartínez)

El reconocido crítico de cine Ernesto Diezmartínez (Letras Libres) nos acompaña para charlar sobre lo que vimos en la edición 2021 del festival SXSW. Se presentaron varias películas ligadas a la pandemia de la COVID-19 y también hubo cine de género.

Este podcast especial de Cinema Inferno cuenta con la participación de: Ernesto Diezmartínez – Crítico de cine en Letras Libres. Pueden suscribirse a su Patreon.

Nicolás Ruiz – Reseñista de cine en Código Espagueti y creador de contenidos digitales en Noticieros Televisa.

Alberto Acuña Navarijo – Crítico de cine del programa radiofónico Derretinas de la barra Resistencia Modulada de Radio UNAM.

Eric Ortiz García – Periodista (Cinema Inferno, Screen Anarchy) y profesor de cine (FES Aragón UNAM). Fue parte del Screening Team 2019 de Fantastic Fest.

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SXSW 2021: “SWAN SONG, el filme más importante de mi carrera”, entrevista con Udo Kier

Por Eric Ortiz García (@EricOrtizG)

En Swan Song (2021), primer largometraje en 13 años del americano Todd Stephens, el alemán Udo Kier construye un personaje esencial dentro de una filmografía prolífica y legendaria: más de 250 créditos y colaboraciones con grandes como Paul Morrissey, Rainer Werner Fassbinder, John Carpenter, Dario Argento, Wim Wenders, Lars von Trier y Gus Van Sant. 

Kier le da vida al señor Pat, un antiguo estilista que ahora reside en un asilo para personas mayores, donde se entretiene doblando servilletas y fumando a escondidas cigarrillos More. Pat tuvo hace muchos años de clientela a las socialites de Sandusky, Ohio. Swan Song es la entrega final de una “trilogía” situada en el pueblo natal de Stephens. 

La “trilogía Ohio” comenzó con Edge of Seventeen (1998), escrita y producida por Stephens, y dirigida por David Moreton. Es una historia coming-of-age que se desarrolla en 1984, el protagonista, Eric (Chris Stafford), es un adolescente que, mientras cumple con un trabajo de verano, siente atracción por un compañero abiertamente gay. Eric sueña con irse a Nueva York para estudiar música, poco a poco se hace evidente su orientación sexual: cambia su cabello, ropa, se maquilla, en un punto baila desinhibido en una fiesta. Estos cambios provocan que enfrente varios conflictos, rechazo y confusión. Le rompe el corazón a una chica, se da cuenta que su romance gay no es correspondido (además, descubre el sexo casual), y su madre no sabe exactamente cómo reaccionar. Edge of Seventeen es un filme sobre aceptarse a sí mismo sin importar lo demás.

Stephens debutó como director con Gypsy 83 (2001), otra coming-of-age protagonizada por un par de amigos “desadaptados” y “diferentes” que viven en Sandusky. Gypsy (Sara Rue) es una joven que idolatra a Stevie Nicks y sueña con triunfar como cantante, algo que se liga dolorosamente con su madre: la abandonó con su padre cuando era pequeña porque persiguió su sueño musical. El mejor amigo de Gypsy, Clive (Birkett Turton), tiene un look gótico a lo Robert Smith (no es coincidencia que haya música de The Cure) y a lo largo de la película batalla para aceptar su preferencia sexual. Desarrollada en clave de road movie –los amigos se dirigen a Nueva York para un show homenaje a Nicks–, Gypsy 83 aboga por seguir adelante y perseguir tus sueños, a pesar del entorno rechazante o tus propios miedos. 

Todd Stephens cerró 20 años después su “trilogía Ohio”, retratando a un personaje de la vida real determinante para el cineasta durante sus años formativos en Sandusky. El protagonista de Swan Song fue “un modelo a seguir para mí mientras crecía”, reveló Stephens en entrevista con Cinema Inferno y agregó: “siempre sentí que no encajaba en mi propio pueblo. Si bien ha cambiado a lo largo de los años, era un lugar muy conservador en ese entonces. Pat era lo opuesto: un pavo real resplandeciente. Me dio el valor para aceptar que estaba bien ser diferente. Siempre había querido hacer un filme sobre él y homenajearlo, escribí un personaje del señor Pat en mi primer filme Edge of Seventeen pero fue eliminado. Parte del problema fue que no encontramos a la persona correcta para interpretarlo, se requiere de un actor muy especial. Eso fue hace 20 años, en todo este tiempo sabía que cuando llegara el momento adecuado, haría mi película del señor Pat”.

Aquí entra el gran Udo Kier, capaz de entregar interpretaciones con más de una capa. Kier comentó sobre este papel que “después de hacer El pájaro pintado (The Painted Bird, 2019), leí el guión de Swan Song y me gustó. Luego de ser siempre el gángster malvado o el vampiro, no sólo quería interpretar este papel sin agresión ni destrucción, me quería convertir en Pat. Cuando fui a Sandusky, caminé por el pueblo, visité los lugares, los bares a donde solía ir el Pat real. También platiqué con sus amigos, me hablaron de cómo se comportaba, de sus pequeños movimientos corporales. Pat era una leyenda en este pueblo porque era diferente, nadie era agresivo hacia él”.

Al principio de Swan Song, el señor Pat recibe la noticia de la muerte de Rita Parker-Sloan (Linda Evans), su mejor clienta y amiga. La señora manifestó en su testamento el deseo de que Pat fuera el estilista para su funeral a cambio de $25 mil dólares. Aunque Pat rechaza inicialmente la jugosa oferta, pronto regresa a Sandusky casi sin dinero, con notorios problemas de salud y mucha actitud.

Conforme el señor Pat vuelve a los lugares de Sandusky que lo marcaron, se enfrenta a los recuerdos y al inevitable paso del tiempo reflejado en drásticos cambios en el pueblo. Ciertas heridas aún no sanan. “No quería que el conflicto en la historia fuera el ser gay. Hay muchos filmes así, incluidos los que yo he hecho. Quería ir más allá, lidiar con el envejecimiento, con haber vivido más que todos tus amigos y tu pareja”, afirmó Stephens. 

Así se revela el pasado trágico de Pat, quien lo perdió todo. Su antigua pupila Dee Dee Dale (Jennifer Coolidge) puso su propio salón de belleza y triunfó. Su pareja David (Eric Eisenbrey) falleció a causa del VIH. Su amiga y clienta Rita ni siquiera asistió al funeral, entendemos que esa relación siempre estuvo condicionada por la apariencia externa en una época más difícil para la comunidad LGBT. Swan Song, como las otras películas de la “trilogía Ohio”, es cine íntimo de personajes que alcanza un nivel diferente de relevancia social.

Stephens recordó que su pequeño pueblo fue “golpeado duramente por el sida, realmente diezmó a la comunidad, incluidos muchos amigos de Pat. Hay toda una generación perdida de la comunidad. Es una historia que espero que la gente no olvide. Ojalá la generación joven no olvide lo que la generación mayor tuvo que atravesar para ayudar a cimentar el camino”. El filme está dedicado a la memoria de las víctimas de la pandemia del VIH. 

Swan Song es nostálgica y melancólica, también jubilosa e inspiradora. Pat no desaprovecha la oportunidad de hacer otra vez lo que siempre amó: arreglarse, ir al bar gay local, bailar, subirse al escenario y, claro, seguir al pie de la letra su singular ritual estilista. Asimismo, es tiempo para el protagonista de sanar heridas, conocer las vidas que cambió y lo eterno de su legado. De acuerdo con Stephens, “Pat era un artista con sus manos, entonces se trata también de haber perdido lo que amabas y redescubrirlo. Pat redescubre la vida luego de haberse rendido”. 

Los seguidores del cine de género nos hemos encontrado seguido con Udo Kier en años recientes. Tuvo papeles secundarios en producciones como The Editor (2014), Brawl in Cell Block 99 (2017) y Puppet Master: The Littlest Reich (2018). En Iron Sky: The Coming Race (2019) interpretó dos personajes, regalándonos ese delirante momento con Adolf Hitler montando un T-Rex en el lado oscuro de la Luna. 

Resulta especialmente refrescante y maravilloso ver a Kier en Swan Song, disfrutando a lo grande ser otra vez el centro de atención. “Esta es la primera vez en mucho tiempo que todo se trata sobre mí, eso hace la diferencia. Cuando trabajé en Ace Ventura: Detective de mascotas (Ace Ventura: Pet Detective, 1994) o Armageddon (1998), tuve una o dos escenas. Pero desde Flesh for Frankenstein (1973) y Blood for Dracula (1974) no había sido el actor principal absoluto. Esto es muy importante para mí”, subrayó Kier.

“No actué ni imité a Pat, me convertí en Pat, un hombre que al recibir ese traje verde revive. La gente se ríe o llora porque es sobre una persona real. Algunos amigos muy cercanos vieron la película y me dijeron: ‘Udo, nunca te habíamos visto así’. Todd no debería escuchar lo que te voy a decir: Swan Song es el filme más importante de mi carrera”, concluyó tajantemente el legendario actor.

SXSW 2021: CLERK, una celebración del ícono pop Kevin Smith

Por Eric Ortiz García (@EricOrtizG)

En 1992 un joven oriundo de Nueva Jersey, Estados Unidos, viajó hasta Vancouver, Canadá para estudiar cine y perseguir su sueño. Desde pequeño, su papá le inculcó amor por el séptimo arte. Luego una cinta en particular, Slacker (1990) de Richard Linklater, le cambió la vida, porque lo convenció de poder hacer sus propias películas con pocos recursos. El nombre de Kevin Smith fue introducido al mundo del cine de la mano del Festival de Sundance en 1994. Sin haber completado sus estudios cinematográficos, Smith escribió su ópera prima, Clerks (1994), la cual filmó principalmente en una tienda de conveniencia en Nueva Jersey, donde el cineasta debutante trabajaba. Con elementos memorables e hilarantes, Clerks cautivó a los críticos y fue vital para la siguiente generación: si Slacker influyó a Smith; Clerks hizo lo propio, entre otros, con Jason Reitman (Gracias por fumar, Juno). 

Enmedio del éxito de una nueva ola de cine independiente americano, Smith y Scott Mosier –productor de todo su trabajo, de Clerks a Zack y Miri hacen una porno (Zack and Miri Make a Porno, 2008)– apadrinaron a otros cineastas como el canadiense Malcolm Ingram. 

Juntos produjeron la ópera prima de Ingram, Drawing Flies (1996), codirigida por Matt Gissing. Es sobre un grupo de slackers que, sin dinero ni ganas de conseguir empleo, emprenden un viaje por una zona boscosa, supuestamente rumbo a la cabaña del tío del protagonista, Donner (Jason Lee), quien le ocultó a sus amigos su verdadera intención: motivado por una extraña visión, decidió ir tras la pista del Sasquatch (el mismísimo Pie Grande). Además de Lee, en Drawing Flies aparecen otras caras conocidas como Jason Mewes, Renee Humphrey, Carmen Llywelyn, Joey Lauren Adams y el propio Smith, en un cameo como Silent Bob. Es considerada una suerte de puente entre Mallrats (1995) y Chasing Amy (1997), Smith vio cualidades en Lee para hacer una parte más dramática. 

Ingram saltó al cine documental eventualmente. Smith y Mosier continuaron brindándole confianza y estuvieron involucrados en la producción de Small Town Gay Bar (2006), donde Ingram exhibe la importancia de varios bares gay como espacios seguros para la comunidad LGBT en el estado de Mississippi, donde la homofobia es terriblemente evidente. 

Recientemente dirigió Phantom of Winnipeg (2019), documental que se pregunta ¿por qué la película de culto El fantasma del paraíso (Phantom of the Paradise, 1974), de Brian De Palma, originalmente fracasó en todos lados excepto en Winnipeg? La pandemia del COVID-19 lamentablemente afectó los planes de distribución y tenemos que seguir esperando para verlo. 

El nuevo documental de Malcolm Ingram, estrenado en SXSW 2021, se enfoca en la vida de su colega y amigo Kevin Smith. Clerk (2021) abarca los primeros 25 años de la carrera del héroe del cine independiente, desde su debut hasta Jay and Silent Bob Reboot (2019), la cual ya había sido una celebración total del View Askewniverse (el universo compartido de Smith, Mewes y compañía). Smith casi perdió la vida a los 47 años tras un infarto a principios de 2018. Tanto Jay and Silent Bob Reboot como Clerk tienen una carga emocional importante, con un Smith reflexivo que se detiene para mirar hacia atrás. 

Clerk revela una carrera peculiar, con trabajos personales inmediatamente aclamados (Clerks, Chasing Amy), la polémica Dogma (1999), fracasos taquilleros (Mallrats, Jersey Girl, Zack y Miri hacen una porno), secuelas/remakes (Clerks II, Jay and Silent Bob Reboot), un solitario trabajo por encargo (Cop Out) y, claro, unas curvas extrañas y divisorias (Red State, Tusk: En un lugar de Canadá…, Yoga Hosers). Smith asegura haber buscado siempre la exitosa película de los $100 millones de dólares en taquilla. Mallrats, su primer trabajo de estudio, en teoría iba a conseguir ese nivel, sin embargo se quedó muy lejos: le faltaron $98 millones de dólares, recuerda Smith provocando risas cómo es su costumbre. 

Todo artista con una trayectoria tan larga ha tenido momentos difíciles. Los fracasos, vistos en retrospectiva, suelen ser importantes para lograr esa longevidad. Smith afirma en Clerk que de haber sido sólo cineasta su carrera habría terminado hace muchos años. Fue pionero en crear comunidad con sus fans por medio de Internet –les vendió, por ejemplo, pósters arrumbados tras la decepción taquillera de Mallrats–, consolidó su figura poco a poco. Conversatorios, podcasts, cómics (acompañados de una famosa tienda), libros, caricaturas, juguetes, una liga de hockey callejero y hasta cigarros de mariguana… hoy día, el nombre de Kevin Smith está inmerso en la cultura pop. Y, en el cine, puede filmar cualquier debraye –Tusk: En un lugar de Canadá… (Tusk, 2014) surgió de un podcast con altas dosis de THC– y probar métodos diferentes, como los roadshows para llevar las películas a sus seguidores. 

El documental Clerk –que incluye música de Bruce Springsteen y entrevistas con familiares, colaboradores (Ben Affleck y Stan Lee incluidos) y otras personalidades ligadas a Smith (¡Linklater en plan burlón se roba el show!)– será irresistible para esta legión de fanáticos. Antes de su estreno mundial en el SXSW, platiqué con su director. 

Cinema Inferno (CI): Cuéntanos sobre tu relación con Kevin Smith.

Malcolm Ingram (MI): Lo conocí en 1994, yo trabajaba en la revista Film Threat, él estaba en el circuito de festivales con Clerks. Fue en el Festival de Toronto, en un restaurante francés de lujo… aunque él ordenó hotcakes. Nos llevamos bien inmediatamente, esencialmente éramos dos gordos que crecimos amando a Prince y a los Talking Heads. Hablamos el mismo lenguaje, por eso nos hicimos amigos. 

Gracias a Clerks obtuvo un trato para hacer dos películas de $40 mil dólares. Terminamos haciendo una de ellas: Drawing Flies, que él produjo. Es como un hermano.

CI: ¿Cómo se originó el documental?

MI: Estábamos en Sundance, vimos el maravilloso documental Richard Linklater: Dream Is Destiny (2016). Después de la función le dije: “si vamos a hacer un documental sobre ti, tengo que hacerlo yo”. Eventualmente llegó el momento, empezamos a filmar durante el aniversario 25 de su carrera, una fecha especial. 

Sentí que podía contar la historia de manera correcta, fue complicado porque soy un documentalista que aborda cuestiones queer y sociales, valoro mi integridad. No quería un documental masturbatorio. Quería hacerle justicia al tema por los fans; si bien deseo que esta película llegue al mayor número posible de personas, sé que la audiencia más importante son los fans de Kevin. Ellos han invertido mucho de su tiempo, amor y pasión en él. Ahora es generacional, mamás y papás le presentan las películas de Kevin a sus hijas e hijos. No quería decepcionar a esa gente.

CI: ¿Cómo te aproximaste a la trayectoria del protagonista?

MI: Esencialmente es una cronología. Pudimos filmar más, pero la cosa con el cine documental es que debes estar cómodo con retirarte y decir “he contado la historia que quería”. La culminación de su 25 aniversario fue filmar Jay and Silent Bob Reboot, entonces quería compendiar ese período. Ojalá dentro de 25 años alguien más haga otro documental sobre Kevin partiendo de Jay and Silent Bob Reboot

CI: ¿Cómo recuerdas el cine americano independiente de los 90?

MI: Los 90 fueron increíbles. Trabajé en el Festival de Toronto desde 1990, me encargaba de los pósters de películas. Conocí a Quentin (Tarantino), él quería todos los pósters de John Woo y yo, que era fan de este director, tenía algunos. Entonces me hice amigo de Quentin antes de ver Perros de reserva (Reservoir Dogs, 1992). Cuando la vi, estaba en la misma fila con Quentin, Harvey Keitel y Michael Madsen. La gente que hoy ve Perros de reserva sabe de antemano que es grandiosa, pero verla en el cine sin referencias: ¡wow!  Los 90 fueron notables para el cine en ese sentido, luego tienes también a Paul Thomas Anderson, a Doug Liman con Go (1999).

Soy un bebé de los 70 que maduró en los 90, entonces esas épocas son la piedra angular. Los 90 fue la última vez que la gente no era indiferente, había responsabilidad social. El grunge, Kurt Cobain, estos tipos pensaban y sentían, eran muy conscientes de las cuestiones importantes como los derechos de las mujeres y de los homosexuales. El 9/11 fue un balde de agua fría, la actitud cambió. Pero antes, tan sólo en el cine, fue una época notable y el trabajo de Kevin es una parte muy importante. Ser testigo de esto fue un privilegio y una experiencia increíble. 

CI: Kevin nunca ha logrado un éxito de taquilla masivo, sí una carrera longeva. ¿Qué piensas de este tipo de artistas?

MI: La carrera de Kevin ha sido una montaña rusa, de verdad. Clerks fue un éxito y Mallrats fue un fracaso abismal. Luego Chasing Amy fue exitosa, mientras que Jersey Girl (2004) fue un fracaso rotundo. 

Jersey Girl es un filme grandioso, el corte original antes de que tuvieran que cortar un montón de escenas con J.Lo (Jennifer Lopez). Esto fue por todo el asunto “Bennifer”, a la gente no le gustaba el concepto de J.Lo y Ben Affleck juntos. Ella es una actriz fenomenal. Básicamente fue una película destrozada por actitudes de mierda. Como amigo de Kevin, la gente espera que diga algo así, pero no hombre, yo sé identificar una película de mierda, yo he hecho películas así. Ojalá algún día se pueda ver la versión original de Jersey Girl.

La gente odió Mallrats, los hizo enojar. Mallrats no cambió, sí la actitud de la gente. En su momento Kevin estaba haciendo una película para Universal, se decía que podía ser un éxito al nivel de Animal House (1978), que lo iba a cambiar todo y fracasó. Ahora Mallrats es probablemente la primera película de Kevin que el público ve, le ha dado mucho. Es tan extraño, Mallrats siempre fue divertida, genial, y es interesante pensar que hubo una época en la que la gente la odiaba. 

CI: Kevin se convirtió en un ícono de la cultura pop. ¿Qué piensas de esto?

MI: Kevin siempre dice que él mismo es el fan más grande de Kevin Smith. Cuando llegó el Internet se dio cuenta que la gente quería hablar de sus películas y eso le encantó. Kevin inició el View Askew Board, donde la gente le podía hacer preguntas de su trabajo. Él era feliz, siempre le dio la bienvenida a ese tipo de acercamiento. Antes de eso hablarle a tus fans era considerado bajo, todos estaban por encima de sus fans. Pero a Kevin le ha gustado comunicarse con ellos desde el primer día. Son incontables las veces que he presenciado a personas que lloran cuando lo conocen. Es increíble el profundo impacto que su trabajo ha tenido en la gente. Me hace sentir orgulloso.

CI: ¿Cuáles son las películas esenciales de Kevin Smith?

MI: Si vas a entrar al mundo de Kevin, debes empezar con Clerks. Yo seguiría la cronología, les aseguro que no se van a aburrir, aunque quizás se enojen. Su trabajo es variado, si bien ha creado un mundo, ha abordado relaciones amorosas –incluso homosexuales–, sexualidad, religión, política. Y ha tomado direcciones muy interesantes, como Red State (2011), ¿quién lo hubiera pensado? Me encanta esa película, es fantástica. Tusk: En un lugar de Canadá… es jodidamente loca, pero yo y muchas otras personas pensamos que es grandiosa. Es una filmografía muy divertida y entretenida.

CI: ¿Cómo recibiste la noticia de su infarto?

MI: Fue aterrador. Debía tomar un vuelo a Los Ángeles al día siguiente, pero recibí un mensaje del socio de Kevin. Cuando desperté todo había terminado, estaba bien. Todos los amigos de Kevin revisamos Twitter, incluso antes de contactarlo, sabíamos que él iba a reaccionar en Twitter y lo hizo: desde la cama del hospital mandó un tweet. Tenemos una parte de esto en la película. Es la naturaleza de Kevin.

Kevin ha cuidado seriamente su salud desde ese momento. Mucho se debe a su hija Harley Quinn Smith, quien básicamente lo obligó a seguir una dieta vegana. Basta verlo, luce sano. Le costó mucho trabajo pero lo logró. Estoy orgulloso, ese infarto le cambió la vida.

CI: ¿Cuál será el legado de Kevin Smith?

MI: Su trabajo es su legado. Lo grandioso de Kevin es que su voz sale a relucir en su trabajo. Nos ha dejado una obra variada, interesante, que refleja los tiempos y las actitudes. Kevin ha conmovido a mucha gente. 

En esta industria es difícil quedarse por mucho tiempo. Algunos llegan y se van, algunos regresan. Kevin Smith perduró.

SXSW 2021: INTRODUCING, SELMA BLAIR, una inspiradora batalla personal

Por Eric Ortiz García (@EricOrtizG)

Quizás haya quien recuerde a la actriz Selma Blair por su aparición en Juegos sexuales (Cruel Intentions, 1999) o Legalmente rubia (Legally Blonde, 2001). En mi caso, es por su sentida actuación como Liz Sherman en las maravillosas Hellboy (2004) y Hellboy 2: El ejército dorado (Hellboy II: The Golden Army, 2008), ambas dirigidas por Guillermo del Toro. O su interpretación al lado de Nicolas Cage en Mamá y papá (Mom and Dad, 2017), sobre unos padres que quieren asesinar a sus propios hijos. Sin embargo, en años recientes Blair se ha alejado de los sets debido a una batalla personal. Por ello, Introducing, Selma Blair (2021), documental de Rachel Fleit, es una reintroducción total a la actriz americana.

Blair fue diagnosticada en 2018 con esclerosis múltiple, enfermedad autoinmune que daña el cerebro y la médula espinal. Para aquellos que desconocen la situación –como era mi caso–, encontrarán la primera secuencia de Introducing, Selma Blair particularmente fuerte. Después de maquillarse, ponerse una suerte de turbante y bromear sobre la apropiación cultural, Blair se dispone a ser entrevistada acompañada de su perro de servicio, cuando éste se va, la discapacidad de Blair es más que evidente, casi no puede hablar. Si bien en este momento Blair logra comunicar que siente algo de vergüenza por su estado, la realidad es que a partir de hacer pública su enfermedad –vía Instagram en 2018– la actriz ha sido muy vocal, convirtiéndose en una fuente de inspiración para incontables personas. 

Al centro de Introducing, Selma Blair está una mujer de fortaleza admirable, haciendo frente a una enfermedad que la afecta física –tiene dificultad para caminar– y mentalmente. Más que un retrato convencional de la vida de Blair, la película se centra en acompañarla durante un importante tratamiento al que se sometió en 2019: un trasplante de células madre. Una alternativa, ante una enfermedad considerada incurable, compleja y desgastante, que por momentos remite al cáncer porque involucra quimioterapias. 

Quienes han seguido a Blair en Instagram saben de su apertura en estos momentos tan personales como difíciles, aunque siempre mantiene el sentido del humor. El documental sigue esa línea íntima, al tiempo que nos acerca –siempre desde la perspectiva de Blair– a las dos personas definitivas en su vida: su madre y su pequeño hijo. 

En Introducing, Selma Blair se asoma una mujer que, antes del diagnóstico, sufría ansiedad y depresión. Ligaba su infelicidad –incluidos los problemas que surgieron cuando se convirtió en mamá– a la relación conflictiva que siempre tuvo con su madre. Ahora, Blair afirma estar en paz. El amor hacia su hijo es palpable, sin duda es su principal motor para seguir. También piensa diferente sobre su madre (la señora no estaba bien de salud durante la filmación). Blair nunca esconde nada, entendemos lo complicado de lidiar con una enfermedad que, a pesar de los intentos, la seguirá de por vida. Introducing, Selma Blair va con su filosofía actual de, simplemente, tratar de ser mejor persona, ayudar e inspirar a los demás.

SXSW 2021: WE ARE AS GODS, documental sobre el hombre que quiere revivir al mamut

Por Eric Ortiz García (@EricOrtizG)

Varias de las producciones seleccionadas para la edición 2020 del SXSW, cancelada por la pandemia de la COVID-19, serán rescatadas y presentadas este año. Una de ellas es el documental We Are As Gods (2021), participante de Spotlight 2020. 

La película se enfoca en Stewart Brand, un hombre fascinante cuya principal obsesión actual es la des-extinción. Brand apoya la idea de traer de regreso a varias especies extintas y restaurar ecosistemas. Su proyecto más ambicioso involucra al mamut lanudo, una especie cercana (el elefante asiático) y tecnología para la edición genética. La increíble teoría afirma que el “renacer” de los “mamuts” podría contrarrestar las alarmantes consecuencias del calentamiento global en la región de Siberia. 

En We Are As Gods, los documentalistas Jason Sussberg y David Alvarado abordan el proyecto de Brand y compañía, incluso lo acompañan a Siberia. Al mismo tiempo, ponen los reflectores en personas, a veces cercanas a Brand, que cuestionan la noción de la des-extinción. En un punto, por ejemplo, hacen la referencia cinéfaga obligada al clásico Parque Jurásico (Jurassic Park, 1993), donde ciertamente “jugar a ser Dios” trae consecuencias desastrosas.

We Are As Gods es un retrato completo de Brand, quien es un influyente visionario. Al inicio es descrito como una suerte de Zelig (Woody Allen) o Forrest Gump (Tom Hanks), porque ha estado involucrado en varios capítulos importantes de la historia moderna. En los años sesenta, Brand vivió en San Francisco, California, donde fue parte de los Merry Pranksters, amigos y seguidores de Ken Kesey (escritor de One Flew Over the Cuckoo’s Nest). Época de apogeo de las drogas psicodélicas (Can you pass the acid test?) y la música de Grateful Dead, del desarrollo de la contracultura y el movimiento hippie. 

Brand contribuyó al crecimiento de la conciencia ambiental: presionó para que una foto de la Tierra completa, tomada desde el espacio, fuera publicada por primera vez (Why haven’t we seen a photograph of the whole Earth yet?). También creó la publicación Whole Earth Catalog, una famosa fuente de información considerada “el Google de su época”. Admirado por Steve Jobs, Brand siempre tuvo fascinación por la tecnología y sus aportes fueron determinantes en la revolución de la computadora personal. Hoy todavía piensa a futuro, está concentrado en la construcción de un reloj que dure 10 mil años y, claro, en posibilitar que en varios cientos de años los mamuts vuelvan a caminar sobre el planeta. 

Antes del estreno mundial de We Are As Gods en SXSW 2021, los directores Sussberg y Alvarado nos compartieron sus reflexiones sobre Brand, las drogas, el cambio climático, los avances científicos, y la des-extinción.

Cinema Inferno (CI): ¿Por qué hacer documentales sobre ciencia, tecnología y personas que piensan en un futuro lejano? 

Jason Sussberg (JS): El interés en la ciencia y tecnología te dirige naturalmente a las ideas futuristas. Es una disciplina diferente a la historia o las ciencias sociales, estas tienden a mirar hacia atrás. La ciencia y tecnología son sobre nuestro mundo pero tienen un pie en el futuro. Lo más interesante es la ciencia vanguardista, usar la tecnología para cosas extraordinarias: extender la vida o traer de vuelta animales extintos. 

Nos encanta la frase de Arthur C. Clarke que compara la ciencia con la magia. Podemos volar en aviones, usar un teléfono celular o estar en una llamada de Zoom. Es una habilidad mágica, extraordinaria, cercana a la telepatía, aunque más bien es telepresencia. Todo gracias a la tecnología, a científicos y físicos que trabajaron arduamente, cimentando el camino para que los tecnólogos pudieran construir productos asombrosos. 

Este mundo nos atrae, pero no sólo por la tecnología, sino por los protagonistas y sus historias emocionales. Nos interesan las personalidades carismáticas al centro de estas habilidades extraordinarias.

David Alvarado (DA): Como cineastas también nos preocupa que la ciencia juegue un papel en la democracia, no puedes tener una democracia sana sin una población con conocimientos científicos. Por eso es importante contar este tipo de historias.

CI: ¿Cómo concibieron We As As Gods?

JS: He sido fan del trabajo de Stewart Brand desde hace mucho tiempo, leí uno de sus libros cuando tenía 18 años, también me topé con un viejo Whole Earth Catalog. Para cuando terminamos The Immortalists (2014) – dedicado a la extensión de la vida y los científicos que quieren vivir para siempre–, Stewart lanzó el proyecto de la des-extinción. Cuando leí sobre eso pensé: ¡demonios! Van a traer de vuelta animales extintos, ¡es como Parque Jurásico

En 2013, publicamos en la revista Time un video sobre Stewart y el movimiento de la des-extinción. Después le preguntamos si podíamos hacer un documental sobre él, pero rechazó la idea. Entonces nos concentramos en Bill Nye: Science Guy (2017) y luego volvimos a Stewart.

Viajamos a Skywalker Sound en el Norte de California para mostrarle Bill Nye: Science Guy a Stewart. Tomamos un tour por el lugar, luego no pudimos ver la película porque estaban usando la sala para Star Wars: Los últimos Jedi (Star Wars: Episode VIII – The Last Jedi, 2017). Para matar el tiempo, terminamos bebiendo vino y cenando en una locación hermosa, logramos conocernos. Eventualmente Stewart vio el documental y le gustó, corte a: volvimos a proponer hacer un filme con él y dijo que sí.

DA: Stewart ha sido una suerte de ermitaño, no le gusta salir y buscar a la prensa. Eso explica su desinterés inicial en la película. Ahora tiene más de 80 años, estaba listo para reflexionar sobre su vida y qué piensa la gente de su carrera. Por ejemplo, John Markoff, el escritor de tecnología para el New York Times, está trabajando en su biografía. 

No ha existido mejor momento: uno de sus mejores y más urgentes proyectos es la des-extinción, miles y miles de especies mueren por la influencia de la humanidad en el medio ambiente. ¿En qué momento empezamos a ser conscientes y a revertir las acciones? Si el dodo se extingue, ¿cuál es la responsabilidad de la humanidad para revertir una acción que nosotros mismos provocamos? No es una pregunta que We Are As Gods conteste, el documental la plantea. Deseamos que la audiencia siga hablando del tema después de ver la película: ¿cuál es el papel de la humanidad en reparar el daño ocasionado al medio ambiente?

CI: En época de documentales unilaterales, ¿por qué era importante mostrar ambos lados del debate de la des-extinción?

JS: El no tomar partido no es por un balance periodístico o la búsqueda de objetividad. Se debe a que la vida no es simple, no es blanco o negro, a favor o en contra. La gente más ruidosa está en Twitter, argumentando apasionadamente, pero en la vida real todos tenemos matices: si vivimos en las zonas grises, el cine debe vivir en las zonas grises.

Una de las razones por las que abordamos estos temas importantes y atrevidos, como la extensión de la vida, una personalidad como Bill Nye o la des-extinción, es porque son increíbles y fascinantes, merecen ser discutidos. Si vamos a vivir miles de años, ¿no deberíamos explorar lo que eso conlleva? Si vamos a traer de vuelta a un mamut lanudo, no sólo es decir “sí, hagámoslo” o rechazar la idea. Estas cuestiones merecen un “juicio” por medio del cine, el debate y el diálogo. 

CI: A nivel personal, ¿de qué lado del debate están?

DA: Debemos desarrollar maneras para prevenir y revertir la extinción de algunas especies. Si te importa la conservación, si te importa el hecho de que quedan muy pocos rinocerontes blancos o hurones de patas negras, me parece grandioso usar la tecnología para la diversidad de la reserva genética de los animales que quedan y así prevenir su extinción. Se hizo con el cóndor de California. 

¿Debemos traer de vuelta a los mamuts lanudos? Es una pregunta interesante. Sería asombroso ver a un mamut lanudo. Si alguien lo trae de vuelta, lo deja en libertad y tiene una vida feliz, sin ser maltratado, sin duda tomaría una avión para ir a verlo. Pero no tengo una opinión sobre si esto es lo más importante hoy en día. Ciertamente es un proyecto fascinante.

CI: ¿Qué piensan del uso recreativo del LSD y otras drogas? Un notorio científico y profesor usa heroína regularmente. 

JS: Estás hablando de Carl Hart, de hecho lo entrevistamos hace unas semanas. Él usa heroína actualmente, habla de los beneficios de las drogas.

DA: No recomendaría a los niños usar LSD, pero definitivamente es interesante cómo puede abrir tu mente de diferentes maneras. Como cualquier otra droga, no se debe abusar, pero me fascina el uso de drogas en adultos y lo que pueden lograr: expandir la mente.

JS: En el caso de Stewart, si miramos lo que estaba haciendo entonces (los 60), lo interesante es que empezó a consumir LSD cuando estaba aprobado por el estado. Había todo un movimiento, los psiquiatras le daban esta droga a la gente, no sólo a los enfermos que necesitaban medicina, también a la gente “sana y normal” para ver si les ayudaba a mejorar su creatividad. Y sí lo hizo, entonces se “escapó del laboratorio”, lo empezaron a usar culturalmente, se volvió habitual en la contracultura. 

Hoy hay un renacimiento pero no por medio de la contracultura, más bien de la mano de gente como Michael Pollan, que ha escrito libros sobre cómo cambiar tu mente. También es promovida por podcasters como Tim Ferriss, de hecho financió estudios serios en Boston para tratar la depresión. Me parece algo bueno.

Como diría Stewart: las drogas son una tecnología. Las podemos usar para ayudar a las personas, incrementar su creatividad y convertirse en dioses. Es el punto de nuestro documental: tenemos la habilidad de Dios, absolutamente el LSD aumenta la habilidad para romper las barreras de nuestra propia percepción. Es maravilloso, las drogas son maravillosas, ese debería ser tu titular… bromeo, no lo hagas (risas).

CI: ¿Qué opinan de cómo se habla del cambio climático?

DA: El cambio climático es una de las cuestiones más importantes hoy. La des-extinción de animales para ayudar a combatir las emisiones de carbono, es interesante. Probablemente disminuir el ritmo de nuestras emisiones de carbono no es suficiente, eso dicen los científicos. Entonces, es tiempo de empezar a tratar de revertirlo de alguna manera.

La geoingeniería solar y la captura de carbono, se están convirtiendo en parte de la solución, también tratar de balancear los ecosistemas, especialmente cuando sufrieron errores humanos. Para mí, es claro: si parte de tu casa se incendia, tienes que apagar el incendio y luego reparar los daños. Sé que es más complicado, pero es una analogía de lo que gente como Stewart está diciendo. Tiene sentido, nos estamos moviendo en la dirección correcta.

CI: Stewart Brand fue vital en la revolución de la computadora personal. ¿Qué tan importante es introducirlo a nuevas generaciones? 

JS: En los años ochenta, incluso en los setenta, las computadoras eran vistas como frías, hostiles, cosas de corporaciones, de IBM. Stewart logró tomar algo que no tenía un ángulo personal y crear un aura de que esta nueva tecnología ayudaba a la gente: en lugar de ser el gran opresor y la fuerza esclavizante, la tecnología puede ser liberadora en las computadoras personales. Algunos entrevistados nos dijeron que esa expresión, de la computadora personal, la PC, se dio gracias a Stewart, porque la primera vez que apareció impresa fue cuando Stewart escribió para Rolling Stone la idea de que las computadoras iban a llegar a la gente. Fue realmente un grito de guerra, podías usar esta nueva tecnología para empoderar a la gente, podían escribir sus propios libros, tener un estilo de vida de “hazlo tú mismo”, “codificar” su propia existencia. 

Actualmente, la tecnología se ha excedido, Silicon Valley ha creado una cultura IBM renovada que nos está esclavizando. Facebook es el nuevo IBM. Google tenía una frase de no hacer mal y ahora están haciendo todo lo contrario. Nosotros esperamos que una nueva generación de hackers y codificadores miren atrás, a los padres fundadores de su industria: Stewart, Kevin Kelly y otros padres de las computadoras personales, para usar la nueva tecnología como liberador, tal vez blockchain logre capturar ese espíritu. Hay un público hambriento buscando esa vibra de información libre, usar herramientas para la satisfacción espiritual y personal, lejos de la opresión a lo IBM de hoy. Ojalá la nueva generación pueda ver We Are As Gods, ojalá los nuevos techies estén aprendiendo sobre sus orígenes y las posibilidades para el futuro.